Tratamiento de agua potable
En el área de tratamiento químico de agua potable, las incrustraciones calcáreas así como la corrosión, representan los problemas más comunes. Un tratamiento de agua potable (especialmente en sistemas de tubería prolongados o altamente ramificados, tales como en hoteles, hospitales, inmuebles y en redes de agua potable), es con frecuencia inevitable.
Por medio de depósitos de calcio que se forman como resultado de una sobresaturación de sustancias disueltas, que el agua contiene, se puede provocar el estrechamiento de tuberías. Debido a las substancias contenidas en el agua (o del material de las tuberías dadas) es factible una corrosión. La corrosión se produce por ejemplo por contacto con oxígeno, fluctuaciones de temperatura, oscilación del valor pH, por agua estancada, la formación de elementos galvánicos y por depósitos existentes.
Análisis de agua potable
Para seleccionar métodos apropiados para el tratamiento de agua es necesario en todo caso una evaluación (análisis) del agua potable.
Con la adición de productos de condicionamiento se pueden impedir los depósitos de calcio (estabilizadores de dureza) y la corrosión (inhibidores de corrosión). Para este fin, generalmente son utilizados productos a base de fosfatos y silicatos. Los fosfatos y silicatos son elementos vitales de los cuales se absorben por medio de los alimentos ingeridos por el ser humano, cantidades de 6 g/día de PO4 y aproximadamente 20 g/día de SiO2.
A través de la dosificación de una cantidad de fosfato de aproximadamente 1.5 mg/l y una cantidad de silicato de 3 mg/l en el agua potable, el ser humano absorbe en un consumo de agua (de al alrededor de 2.5 litros) aproximadamente 3.75 mg de PO4, y 7 mg de SiO2, diariamente. Lo que corresponde a tan sólo 0.06% del total proveniente por el consumo de su alimento diario. En contraste, en las bebidas dulces sin alcohol, se añaden más de 700 mg/l para la estabilización del sabor; en otros alimentos (como embutidos, por ejemplo) más de 1.000 mg/kg.
Partículas de fosfatos y silicatos, respectivamente en el agua potable, no tienen ningún tipo de repercusión odorífica, higiénica y de digestibilidad en el agua potable y en la preparación de alimentos. Las restricciones al respecto, son infundadas. Y desde el punto de vista científico y médico, injustificables.
InhibiDores de corrosion
Los inhibidores de corrosión con propiedades estabilizadoras de dureza a base de polyfosfatos y ortofosfatos, son especialmente apropiados (crean una película protectora sobre las superficies de los metales) en la aplicación de sistemas de tubería ramificadas, para evitar la formación de agua “café” -herrumbre- y sedimentos calcáreas.
Todos nuestros productos están permitidos para el tratamiento de agua potable y se ajustan individualmente por medio de nuestro personal de servicio técnico, de acuerdo a la naturaleza existente de cada agua en particular.